RESEÑA BIBLIOGRÁFICA
TIC Y CONTEXTOS EDUCATIVOS: FRECUENCIA DE USO Y FUNCIÓN POR UNIVERSITARIOS
Las TIC facilitan la educación
universal, el aprendizaje significativo y, por ende, fortalecen la labor y el
desarrollo profesional, así como la administración y organización de los
recursos del sistema educativo.
En 2019, en una universidad
pública en Iztapalapa al oriente de la Ciudad de México, se diseñó un
cuestionario sobre el Uso de las Tecnologías de Información y comunicación
(TIC), cuyo objetivo era medir la frecuencia de uso, la función del mismo y el
contexto educativo de las TIC por estudiantes universitarios. Dicha universidad
contaba con 11.665 estudiantes, de los cuales 309 participaron en el estudio y
tenían una media de 21 años, siendo el 69,9% mujeres.
En las políticas de desarrollo de dicha institución, se
buscaba promover el uso de recursos digitales para mejorar la enseñanza y el
aprendizaje; la formación en competencias para el aprendizaje virtual; y la
articulación de varios ambientes de aprendizaje; sin embargo, la
infraestructura para el acceso a las TIC era inadecuado.
Una vez
realizado el cuestionario, se obtuvieron diversos resultados, los cuales están
divididos en “Dimensión I. Función y frecuencia de uso” y “Dimensión
II. Contextos educativos”.
En primer lugar,
en lo que a la Dimensión I respecta, los resultados obtenidos fueron los
siguientes:
En cuanto a los hábitos y usos que los estudiantes dan a las
TIC, en sus actividades individuales realizadas en el contexto formal, se
encontró que más del 45% de ellos, reportaron utilizarlas más de 5 veces por
semana, para buscar información sobre tareas y trabajos escolares.
Asimismo, el 20.4% de los alumnos hacía uso de las
tecnologías para diseñar y realizar más de 5 veces por semana exposiciones del
programa escolar.
Ahora bien, más del 35% reportó usar de 2 a 3 veces por
semana las TIC como herramientas para complementar la información en su
práctica formativa, lo que contrasta con que más del 50% señaló usarlas como
fuente abierta de información entre 4 y 5 veces por semana.
Finalmente, más del 70% de los participantes reportó no usar
las TIC o hacerlo una vez por semana para realizar exámenes online y el 78%
indicó que de 2 a 3 veces por semana las emplea para participar en clases
online.
En relación con los usos y hábitos de las TIC en un contexto
formal, los universitarios reportaron utilizarlas principalmente para lograr
acuerdos sobre las actividades escolares y no para realizarlas.
Además de ello, el 69.2% de los universitarios indicó realizar trabajos online en equipo; sin embargo, no fue usual usar videoconferencias como herramientas auxiliares del aprendizaje, pues el 78.3% reportó que no había empleado nunca este recurso digital o que si lo había hecho, había sido únicamente una vez por semana.
Respecto a quienes se comunicaban a través de las TIC, se
destaca a quienes lo hacían 4 o más veces por semana: el 66% reportó preguntar
dudas sobre las tareas y el 49.5% enviaba y recibía avisos; sólo el 47.5% se
comunicaba con el docente para asuntos relativos a tareas, asistencia,
materiales, etc.
Se añade que, los alumnos no acostumbraban a compartir los
materiales solicitados por el profesor, aunque sí los complementarios a las
materias.
En cuanto a los usos y hábitos de las TIC en la educación
informal de los estudiantes, el 31.1% reportó no haberlas usado nunca para
tomar decisiones sobre su vida cotidiana o si lo hacía, era menos de una vez
por semana. Se destaca que, el 25.2% lo hacía más de 5 veces por semana, lo que
contrasta con aquellos que las ocupaban para investigar información no
relacionada a su carrera (41.1%) y con el reducido porcentaje que ocupaba
tutoriales como medio para buscar información.
Con respecto a los usos lúdicos de las TIC, el 72.5% reportó
que nunca o una vez por semana compraba en línea y el 41.4% solía ver más de 5
veces por semana, películas, series, videos, etc. En contraste, el 27.8%
descargaba libros y música más de cinco veces por semana.
Acerca del uso de las redes sociales como medio recreativo, el
75.1% del total de participantes las utilizaba 4 o más veces por semana, a
diferencia de aquellos que no las ocupaban con este fin o lo hacían hasta tres
veces por semana (24.6%)
Por su parte, ocupar las TIC para escuchar música era el
hábito predilecto de los estudiantes, seguido por tomarse fotos; crear
contenidos no era una actividad usual.
Se destaca que, más de 5 veces a la semana, el 70% reportó
chatear con amigos, seguido por compartir imágenes y comentarios graciosos en
grupos sociales (39.2%), contestar mensajes y compartir música. El menor hábito
de los universitarios fue participar en grupos de debate (5.8%).
En segundo lugar, en lo que a la Dimensión
II respecta, los resultados obtenidos fueron los siguientes:
En relación con el espacio físico y uso de TIC, el 82.7% de
los participantes señaló que prefería hacer tareas desde su casa (contexto no
formal) debido a que percibían tener mayor comodidad, facilidad de acceso,
conectividad, disponibilidad de herramientas y recursos tecnológicos. En
contextos formales asignaron mayor preferencia a la escuela, que a algún otro
espacio educativo. Finalmente, indicaron
que, en los espacios públicos y centros educativos ajenos a su universidad, no
tenían acceso a las TIC.
Por
último, después del estudio mediante dicho cuestionario, se llegó a la
conclusión que los estudiantes utilizaban las TIC de forma más receptiva que
para producir información en contextos informales, con un uso recreativo y
comunicativo. Se deben promover las TIC en la educación superior, con planes de
acción que adapten las habilidades informales de los universitarios, a
competencias tecnológicas adecuadas a la educación formal.
Se recomienda promover el empleo de las TIC en las
instituciones educativas, a través de:
formar competencias tecnológicas en la enseñanza–aprendizaje; acceder a
una infraestructura de calidad; tener un
adecuado soporte técnico, acceso a Internet; y participación del alumnado.
No se ha desarrollado el hardware ni el software necesario
para realizar una enseñanza digital; el Internet no tiene la cobertura
necesaria; y existen insuficientes redes inalámbricas. Si bien, estas
condiciones no se pueden generalizar a todas las instituciones de educación
superior públicas en México, probablemente son características que se comparten
y que disminuyen la probabilidad de dar un uso a las TIC en un contexto formal,
orillando a los alumnos, a acceder a éstas en contextos informales, limitando la
educación universal.
BIBLIOGRAFÍA
Lara, P. J. T., & Hernández, M. D. P. R. (2019). TIC y contextos educativos: frecuencia de uso y función por universitarios. Edutec. Revista Electrónica De Tecnología Educativa, (67), 31-47.
https://www.edutec.es/revista/index.php/edutec-e/article/view/1135/661
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